jueves, 17 de marzo de 2016

EL CAMPESINO Y LOS LEÑADORES


El campesino y los leñadores

 

Había una vez un campesino que le gustaba mucho sembrar, cultivar, cuidar y regar sus flores y sus frutos un día se puso a llover cundo el campesino estaba cultivando.

El campesino se metió corriendo a su casa, cerró las ventanas y las cortinas lo más rápido que pudo. La lluvia estaba acompañada de aire que soplaba muy fuerte todo salía volando no paraba por nada duro toda la noche y hasta la mañana del día siguiente termino de llover, el campesino salio de su casa se dio cuenta de que ya había parado de llover, salio corriendo y alegre por que al fin iba a seguir cultivando pero cuando se dio cuenta sus terrenos donde el cultivaba habían desaparecido. Estaba lleno de árboles, tierra, agua y una que otra rana que salio volando con el aire, el campesino se puso triste por que el quería seguir cultivando.

Se metió triste a su casa se sentó y se puso a pensar como le iba a hacer para que sus terrenos fueran como antes y se acordó que cuando fue al pueblo habían unos leñadores que le podían ayudar fue al pueblo y se dirigió hasta donde estaban los dos leñadores y les pregunto disculpen me podrían ayudar es que unos árboles cayeron  en mis terrenos y no puedo seguir cuidando de mi cultivo. Uno de los leñadores le respondió con mucho gusto le ayudamos, el campesino se puso feliz, los dos leñadores fueron a los terrenos del campesino y vieron el desastre que había echo la lluvia y el aire los leñadores agarraron sus hachas y empezaron a cortar los árboles, con las palas quitaron la tierra y le construyeron un canal para que cuando llueva el agua no se quede estancada y se fuera por ahí, las ranas las quitaron y las pusieron en el río.

Todos sus cultivos estaban como nuevos sus plantas floreadas y sus vegetales y frutas habían quedado como si no les hubiera pasado nada, el campesino para agradecerles a los leñadores corto algunos de sus vegetales y les hizo una deliciosa ensalada. También les dio frutas como naranjas, uvas y manzanas para que se las comieran en le camino, los leñadores quedaron felices por su trabajo y por la forma de cómo les pago el campesino FIN.

 

Autor: Dyllan Alexis Martínez Alarcón

15 DE Marzo del 2016

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